Historia viva entre balcones y tejados
Situada en el corazón de Tacoronte, La Casona es uno de esos edificios que hablan del pasado con solo mirarlos. Construida en el siglo XVIII por Juan Pérez, clérigo de Santa Catalina, su objetivo original fue albergar la capellanía de la parroquia local.
Su nombre no engaña: el tamaño imponente y la presencia elegante de esta casa solariega la convierten en uno de los inmuebles más destacados del casco histórico. La fachada blanca, adornada con elementos de madera, luce una magnífica balconada que abraza los tres ventanales superiores, justo bajo un tejado tradicional que completa la estampa.
Con el paso del tiempo, La Casona cambió de función y de propietarios. Durante años fue sede del juzgado del pueblo y, tras varias manos privadas, fue finalmente adquirida por el Cabildo de Tenerife, que hoy vela por su conservación.
Pasear frente a La Casona es encontrarse con siglos de historia local, con ecos de justicia, religión y vida cotidiana que siguen resonando entre sus muros de madera y cal.