Historia viva en cada paso

Una de las mejores formas de conocer la esencia de Tacoronte es recorriendo su casco histórico, donde cada rincón guarda una historia y cada edificio habla del pasado. El recorrido puede comenzar en el imponente Santuario del Cristo, del siglo XVII. Atravesar su puerta veteada es adentrarse en un lugar de profunda devoción, donde destaca la venerada imagen del Santísimo Cristo de los Dolores.

Junto al santuario se alza el Antiguo Convento de San Agustín, hoy convertido en Casa de la Cultura, formando parte de un conjunto histórico declarado Monumento por su alto valor patrimonial. Muy cerca, el Parque Jardines de Hamilton despliega su exuberante belleza verde y autóctona, imposible de pasar por alto.

Al final del parque, el visitante se encuentra con el Calvario, rodeado de pinos que, según la tradición, son los últimos vestigios del antiguo bosque que descendía desde las cumbres del municipio. A pocos pasos, la sobria Alhóndiga recuerda el Tacoronte agrícola de antaño, cuando los vecinos contribuían con trigo para alimentar a toda la comunidad.

La ruta continúa en la Parroquia de Santa Catalina, una joya del patrimonio canario por su historia, su arquitectura y el tesoro artístico que alberga en su interior.

Y para cerrar el paseo, nada mejor que detenerse frente a La Casona, una muestra señorial de la arquitectura tradicional de la isla, o simplemente dejarse llevar por las calles, sin rumbo fijo, respirando historia y tradición en cada esquina.